Fueron casi dos semanas durante las cuales el organismo operador les abasteció del vital líquido a través de pipas, a fin de que pudieran satisfacer sus necesidades básicas y realizar las tareas domésticas, mientras se daba solución definitiva al problema.

Como se informó en su momento, en San Marcos no existía un convenio con Jumapam para recibir los servicios de agua potable y drenaje, sino que la comunidad los administraba y sólo recurría al Gobierno de Mazatlán si ocurría un desperfecto grave, como fue la descompostura de la bomba hace dos semanas, que pidieron ayuda para resolver el problema.

Derivado del diálogo entre Jumapam y los comuneros, se acordó una estrategia para reactivar el pozo y el rediseño de distribución; el organismo operador se encargó de instalar una bomba, motor y columna nuevos,, así como de rehabilitar de forma integral el sistema de extracción, además, a partir de este mes empezarán a pagar una cuota de recuperación para pagar el consumo eléctrico del pozo y arreglar las fugas.

La bomba-motor sumergible que se instaló es un equipo de 6 pulgadas, con una potencia de 10 caballos de fuerza, que produce 10 litros por segundo, una cantidad suficiente para atender la demanda de un poblado como San Marcos; también se colocó una nueva columna para el motor, el cableado y el sistema de control eléctrico, a fin de garantizar el buen funcionamiento del nuevo equipo y evitar riesgos de daño.

Aunado a estos trabajos, Jumapam y los habitantes de San Marcos acordaron en asamblea iniciar el proceso para regularizar los servicios, por lo que en breve se harán la contratación individual, la instalación de medidores domiciliarios y se retomará el proyecto de ampliación de la red de distribución de agua potable.

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